Es conocido que los pacientes con Síndrome de Prader Willi
se les asocia a trastornos respiratorios durante el sueño, lo que puede tener
consecuencias fatales para la vida. Los sujetos pueden presentar episodios de
apnea durante el sueño, lo que puede ocasionar el fallecimiento de los sujetos
por paro respiratorio antes de los 12 años de edad.
Se recomienda la vigilancia
estrecha de estos pacientes, principalmente durante las infecciones
respiratorias y las crisis de asma bronquial. La obstrucción de la vía aérea
superior en el niño puede manifestarse como una apnea obstructiva completa o
como una obstrucción parcial con hipoventilación (hipoapnea), lo que resulta de
la obstrucción parcial continua, la cual ocasiona una respiración paradójica,
hipercapnea y a menudo hipoxemia.
La fragmentación del sueño, el
incremento del esfuerzo respiratorio y las anomalías intermitentes en los gases
sanguíneos son las consecuencias fisiológicas inmediatas más frecuentes, así
como un incremento de la resistencia de la vía aérea que ocurre con el inicio
del sueño.
Los trastornos del sueño que
presentan algunas de las personas con este síndrome son hipersomnia nocturna,
somnolencia diurna, alteración de los ciclos del sueño y alteraciones
respiratorias durante éste.
A través de diversos estudios
se ha comprobado que el patrón de sueño/vigilia está alterado en estas
personas. El hallazgo más frecuente ha sido la somnolencia diurna excesiva, y
está asociada a un incremento en la cantidad y profundidad del sueño tanto
diurno como nocturno. Además, la distribución del sueño REM (sueño paradójico)
y la duración de cada fase (arquitectura del sueño) también están alteradas.
La latencia REM (tiempo desde
el comienzo del sueño hasta el primer período REM) está a menudo acortado, el
número total de ciclos REM es mayor y la duración total del sueño REM es
significativamente más corto que en sujetos normales. La fragmentación del
sueño REM es común, pudiendo estos pacientes llegar a tener durante una noche
(8 horas) hasta 5 ó 6 ciclos en lugar de los 3 ó 4 normales.
En un sueño normal se pasa
primero por un período de sueño NO-REM y después de una hora y media se pasa a
sueño REM. En el Síndrome de Prader Willi a los pocos minutos se pasa
directamente al REM, con fases muy fraccionadas.
Las anomalías del sueño
observadas en estos pacientes parecen independientes de trastornos
respiratorios y pueden indicar déficits de los mecanismos cerebrales implicados
en la regulación del ciclo sueño-vigilia.
Respecto a la somnolencia
diurna, es continua aunque no hay lesiones estructurales captadas pero cuando
han aparecido anomalías han sido siempre en el hipotálamo.
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