sábado, 11 de febrero de 2012

Los test genéticos serán pronto una herramienta muy útil contra la obesidad


Y tanto para prevenirla como para combatirla. La cuestión de partida es que los factores genéticos explicarían, según diversos expertos, entre el 40 y el 60% de la obesidad de una persona. Y las pruebas genéticas, que podrían estar disponibles en un par de años, serán capaces de establecer la predisposición a la obesidad de una persona, de cara a prevenirla antes de que aparezca. Pero, además, nos ayudarán a establecer la mejor estrategia para luchar contra la obesidad de quien ya la sufre.

Así, un consorcio internacional de científicos, entre ellos algunos españoles, ha realizado una gran investigación sobre 250.000 personas, en el que se analizaron más de 2,8 millones de características genéticas, a fin de encontrar zonas del genoma humano vinculadas al sobrepeso. Y han encontrado 32 zonas, 18 de ellas nuevas. Sin embargo, estiman que existen otra 180. En cada una de ellas hay una característica genética que puede inducir al portador a la obesidad.







Por su parte, José María Ordovás, director del Laboratorio de Genómica y Nutrición de la Universidad de Tufts (Boston, Estados Unidos), afirma que actualmente son entre 30 y 40 los genes que están claramente relacionados con el sobrepeso, aunque afirma que puede haber muchos más.

A pesar de ello, Ordovás apuesta por no esperar a conocerlos todos y comenzar a actuar desde ya mismo. De hecho, espera que en uno o dos años habrá en el mercado test disponibles para conocer la predisposición de una persona a la obesidad. Esto puede ser muy útil, en el caso de los niños, e incluso de adultos que aún no son obesos, para prevenir esta enfermedad antes de que aparezca.

Pero eso no es todo. Debido a la presencia o no de ciertos genes en cada persona, la sensibilidad de cada individuo a los distintos factores que llevan al sobrepeso será también distinta. Por ello, saber la presencia de unos u otros genes en un individuo determinado puede ayudar de forma muy eficaz a encontrar la terapia más adecuada para él. Ahora, lo único que puede hacerse es prescribir tratamientos generales que suelen funcionar en la mayoría de los pacientes.

Pero si supiéramos, mediante un análisis genético, que una determinada persona tiene un gen que hace que suba de peso de forma desmedida si permanece sedentario, se podría incidir más en que hiciera algo de ejercicio; si en otra persona se descubre un gen que hace engordar ante la ingesta de grasas, habría que prescribirle un régimen escaso en ellas. En ambos ejemplos, la efectividad de los tratamientos sería mucho mayor que si se les hubieran prescrito tratamientos genéricos.

Hay que resaltar que, dado que hay muchos genes diferentes que predisponen a la obesidad, y teniendo en cuenta las variadas combinaciones entre ellos, las posibilidades son innumerables; e inmensas son, por tanto, las ventajas de estos procedimientos.

  • Genética y Obesidad en TVE


No hay comentarios:

Publicar un comentario